NOTAS DE PRENSA.
En la década de los 80 empezaron a advertirse señales de profundas transformaciones en la escena cubana. Surgido de las aulas del Instituto Superior de Artes, portador de una síntesis de una tradición teatral y del anuncio de la necesaria ruptura, el grupo Buendía apuntaba hacia el nuevo viraje que, poco después habría de caracterizar la nueva generación emergente, una generación diferente y plural, que ha tomado de muchas fuentes y que, atenta al proceso creador, e integra la investigación al trabajo artístico.
Teatro a Cuestas muestra, en esta generación, el empeño más sostenido y consecuente. Siempre me ha gustado el nombre del grupo. Nacido de una contingencia, la de mantenerse vivo a cualquier precio, aunque los seguidores se redujeran a una mínima expresión, evoca una austera vuelta a los orígenes, una extraordinaria confianza en la fuerza vital del teatro, viviente una vez liberado de cuanto sobra, reclamando tan solo un actor, un espacio y un espectador. En su aparente desnudez, cada presentación revela el duro rigor del entrenamiento, la coherencia del grupo en una comunicación en la que el hombre –el actor, el espectador- debate, inquiere en busca de su propia identidad.
Ricardo Muñoz empezó su vida teatral con un texto dramático en el que se planteaba una relectura del bufo, teatro popular cubano. De ahí pasó a involucrarse directamente en el trabajo escénico. De entonces acá, el tiempo transcurrido ha sido breve, pero mucho lo avanzado, mucho en un permanente, interminable viaje a la semilla, resistente como la de esos almendros que crecen junto al salitre.
GRACIELA POGOLOTTI
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Es Teatro a Cuestas, el grupo de jóvenes teatristas, que en poco más de cuatro años ha conquistado un lugar indiscutible en la escena cubana de hoy. Sus parábolas y metáforas nacidas de encantamiento y paradójica universalidad, descubridor de temas de interés contemporáneos que provocan reflexiones y preguntas sobre la conducta humana. Estos nuevos oficiantes se han unido para aumentar la imaginería, conjurar la expresividad cotidiana y devolvernos, tras aprendizajes y asimilaciones un mundo de sugerencias, meditación y afirmativa belleza.
VIVIAN MARTÍNEZ TABARES. Revista Tablas.
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“…Otro cosmos se encuentra en un libro como Nostalgias de escenario, de Ricardo Muñoz, que incluye tres piezas: «La gran temporada», «Las rosas de María Fonseca» y «A la vuela, vuela... año mil novecientos tanto». La obra de este autor se distingue, entre otras cosas, por ser la más representada de toda la generación, bajo su propio papel como director en el grupo Teatro a Cuestas, de Cienfuegos, aunque no sea el caso específico de las recogidas en este volumen. Ello ha determinado un envidiable diálogo entre el dramaturgo y la escena, algo que se revela en la eficacia potencial de los textos y los mecanismos a los cuales acude. En ese diálogo Muñoz Caravaca ha perfilado una poética identificable no sólo por la calidad lírica de su palabra, sino por el logro de una cualidad de pensamiento, y sus correspondientes funciones, expresado en el tejido todo de sus textos. Se trata, repito, más de una poética actuante que de un estilo previamente delimitado, la cual se caracteriza por un conjunto de «coordenadas ideológicas, estructurales y de lenguaje [...]: búsqueda del conocimiento y la libertad, diálogo filosófico, conciencia ética y reflexiva acerca de la conducta y la conciencia individuales, fines utópicos, conflictos entre los altos objetivos propuestos y el camino para alcanzarlos, fragmentación del discurso, intemporalidad, carácter fabular, espacio no determinado para la acción teatral o acaso ubicado en la mente de los personajes; lo que le permite así una extraordinaria libertad expresiva en el planteo de la historia, las acciones imágenes, los giros dramáticos, el papel de los personajes... es decir, una plena correspondencia entre las ideas sostenidas en las obras y sus resoluciones composicionales».(3) Donde se revela también, como en las mencionadas piezas, «la profunda tragicidad de los personajes de Ricardo, atrapados en (por) sí mismos, carceleros de sus propios sueños, pero, al mismo tiempo, impulsados por él afán de establecer su verdad enfrentándose a las barreras que comporta cada época, imponiendo la fuerza del yo, del individuo y asumiendo el riesgo de ser.(4) Esas características, obviamente, se pueden entrever, visualizar, en los textos reunidos en Nostalgias de escenario…”
BOJEO A LA JOVEN DRAMATURGIA CUBANA EN SU MARCO EDITORIAL / OMAR VALIÑO / La Jiribilla / En Proscenio/ La Habana
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Desde “Juegos Mayores” hasta “Rara Avis” hay más que una trayectoria artística. Tras cada espectáculo se esconde una compleja zona de tensiones, sorpresas, descubrimientos, mimetismos, orientaciones, desvaríos. Detrás de cada imagen está la vida de una célula creadora que ha convertido su práctica cotidiana en un ejercicio en aras del conocimiento. Teatro a Cuestas constituye, dentro del contexto cubano, una experiencia singular. La insistencia en alcanzar la expresión escénica de lo poético conduce a un tratamiento distintivo de los diferentes lenguajes que integran su teatralidad. El texto dramático se erige en un soporte metafórico interactuante, contradictorio, receptivo e impulsor del ejercicio actoral. Operando en función de un pensamiento poético en el actor, que le permite explorar capacidades asociativas intensas al construir desde el entrenamiento hasta el espectáculo, su propio tejido metafórico, la relación entre el actor, el texto, el personaje y la puesta en escena no procede por subordinación lineal. Este proceso supone también exigencias particulares respecto al acto compositivo. Sin pretender la ilustración mecánica de un texto poético, la noción de puesta en escena de Teatro a Cuestas, crea un espacio fértil para germinar fabulaciones y perspectivas de asociación no siempre convergentes. Básicamente logocéntrico el discurso escénico que prevalece en sus espectáculos asume la alternativa del verbo, la gestualidad, las alusiones sonoras, la indefinición espacial y situacional, el trazado de diferentes y la convocatoria al ritual o al sueño, para proponer al espectador una opción de cocreación. La búsqueda de la poesía, de lo poético, en Teatro a Cuestas, sugiere descorrer desde la escena, las páginas de un posible, prefigurado y alentador poema dramático.
EBERTO GARCÍA ABREU.
...Ricardo Muñoz y la actriz Mérida Urquía abordan desde una perspectiva sintética. A través de un trabajo de constante enmascaramiento y de frenético desdoblamiento de personajes y de figuras, la compañía nos presenta una visión bien poco dogmática de las contradicciones de la conquista; se trata, en último término, de un ensayo integrador, que sabe expresar estéticamente el traumatismo provocado por la inesperada colisión entre civilizaciones. Las soluciones escénicas se dan en términos de hibridez: utilización de diferentes técnicas interpretativas, contrastes sorprendentes (…) y constante reconversión de símbolos paganos y cristianos y viceversa. Multiplicidad de figuras pero una sola actriz canalizándolas: emerge así, con una nitidez que provoca escalofríos, el fantasma de una esquizofrenia que viene a ser expresión paradigmática de este violento encuentro entre culturas. Bellas figuraciones en su simplicidad se acompañan de un texto preciso, depurado y poético, integrado a una creación unitaria de carácter finalmente onírico. Ni por un momento los autores parecen pretender una comprensión literal de lo que se nos presenta en la escena, pero el inconsciente del espectador se impregna de un conjunto coherente y enriquecedor, que nos proporciona alguna de las imágenes más honestas y, a la vez inteligibles que hemos podido ver en teatro desde que el tema del descubrimiento se ha convertido en materia de especulación estética.
“UNA PERLA DEL CARIBE” XAVIER PÉREZ. PERIÓDICO L`AVUI DE BARCELONA, ESPAÑA/ (4/1/94).
Traducción del catalán: Federico Ferrer Cañellas.
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Silva de varia lección porque al lado de los trabajos locales pudieron verse dos montajes de Ricardo Muñoz, un cubano que cuenta los triunfos en escenarios desde Cuba a Dinamarca, pasando por España, Italia, Francia, Colombia…y pare de decir.
He dejado para el final de esta parte del comentario, lo que ami juicio constituyó el plato fuerte de esos diez días de teatro: las obras Lusiana… y Asudiansam. Autor y director Ricardo Muñoz (…)¿Qué quiero yo destacar de estos trabajos? Desde las primeras frases del texto de Asudiansam, los espectadores caen en las redes de una vigorosa e impactante prosa poética que únicamente puede producir un verdadero artista, un escritor y dramaturgo de gran sensibilidad.
Eso explica por qué el TEATRO A CUESTAS recibiera en 1990 el Premio Nacional de la Crítica y otros premios nacionales e internacionales en los festivales de teatro (…) Y es que la trayectoria de Ricardo Muñoz es para moverse el sombrero: ha participado en talleres internacionales de teatro y ahora sin ninguna pretensión, es profesor de la Escuela de bellas Artes de Cartagena.
RAYMUNDO GÓMEZ CÁCERES. PERIODICO EL UNIVERSAL DE CARTAGENA DE INDIAS, COLOMBIA.
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“…Sesenta kilómetros al sur del Estudio Teatral, Teatro a Cuestas, de Cienfuegos, se acercaba a parecidas preocupaciones. Rara avis, de Ricardo Muñoz, trazaba, a quinientos años del «descubrimiento», una parábola sobre la conquista
de América, pero dejando atrás cualquier pretensión historicista. Al revisar los diferentes iconos de sucesivas imposiciones foráneas, hablaba de los ciclos del acto colonizador por estas tierras poniendo énfasis en los medios utilizados para ello. Sin aludir de manera explícita al presente, colocaba al espectador ante sus disyuntivas. Del mismo modo, esa reflexión sobre los medios se formalizaba hacia el interior del montaje mismo, referenciado así el propio marco de contradicciones de ideas y conceptos sobre la Conquista. Tradición y actualidad, contemporaneidad y asimilación, se convertían en centros de un discurso que, por otra parte, asumía el derecho a la convergencia de una serie de experiencias, géneros, formas y sistemas teatrales para producir algo propio. Rara avis, espectáculo negador de toda colonización, defensor de la asimilación crítica y creativa como un rasgo esencial de nuestra cultura.
Trazados en el agua. Para una geografía ideológica del teatro cubano de los 80-90 / OMAR VALIÑO/ Revista Tablas/ Anales de la literatura Hispanoamericana ISSN: 0210-4547
Vol. 31 (2002) 83-115
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El grupo Teatro a Cuestas de Cuba fue uno de los más aplaudidos durante la realización del V Festival Internacional de Teatro de Caribe.
El grupo Teatro a Cuestas de Cuba, además de presentar dos de las mejores realizaciones, demostró un gran profesionalismo, sus integrantes jóvenes, muestras del arte cubano, demostraron que a pesar de los inconvenientes que se presentan en la isla, el arte se sobrepone y triunfa a nivel mundial.
YESENIA CABRERA /PERIÓDICO EL ESPECTADOR/SANTA MARTA 18/10/1994.
Hinchar velas a favor del teatro
La noche del Pez Luna, del dramaturgo cienfueguero Ricardo Muñoz sube al escenario de la sala teatral Guanaroca, interpretada por el grupo Velas Teatro
Los cienfuegueros recibimos con agrado la buena nueva de que la sala Guanaroca vuelve a hacer espacio dentro del circuito teatral de la ciudad. Hoy y mañana, la sala, completamente remodelada, acogerá la presentación del Grupo Velas Teatro, agrupación que anuncia el estreno de la obra La noche del pez Luna, texto original del cienfueguero Ricardo Muñoz Caravaca. El destacado dramaturgo, asentado en Colombia, no ha logrado borrar la huella marcada en la escena de la Isla a fines de los 80 e inicios de los 90, cuando con una opción dramatúrgica poblada de imágenes y vuelo metafórico, imprimió un peculiar modo de decir que halló resonancia en otros grupos del país y en el propio Teatro A Cuestas, la agrupación entonces bajo su égida. La noche del pez Luna, escrita en el año 2001 y dirigida artísticamente por Muñoz Caravaca, será estrenada por Velas Teatro en lo que promete perfilarse como el inicio de un trabajo sostenido entre la agrupación cienfueguera y el dramaturgo, consagrado por una obra madura, donde la poesía, sin dejar de estar presente, va acomodando con tino la situación dramática que se recrea…
… Suele decirse que el pez Luna es un ejemplar marítimo de grandes dimensiones y comportamiento extraño, casi siempre se le observa nadando en solitario, centenares de kilómetros mar adentro y en dirección desconocida.
"Desde donde yo estoy, hay una isla que es como el Pez Luna, un paraíso perdido, o un sueño de tantos, que buscan la luz en ninguna parte. Cada época es el sueño de otra, y nosotros somos esa 'carne transcurrida' y tatuada por los acontecimientos que solo tenemos un pequeño trayecto para reír o llorar en ese largo sembrar y arar que es la vida.
"Un eterno agradecimiento a Velas Teatro por hacer vivir mis nostalgias del teatro en el bello escenario de Cienfuegos", dejó expresado en el programa concebido para las noches de presentación el actor-director Ricardo Muñoz, de seguro en una especie de confesión íntima de quien apuesta a diario por los hombres que han
hecho y hacen flores en ese desierto que es la vida.…
AYMARA CÁCERES ABREU (aymaraca@enet.cu)/ Periódico 5 de Septiembre de Cienfuegos. (01/12/2007) 12:15 p.m.
“…El Buendía se erigió, en virtud de su trabajo, en el referente para la nueva generación teatral. El entrenamiento, la investigación como sistema de trabajo, los actores que dejaban la piel en el proceso, el acercamiento al ser humano, la construcción de imágenes teatrales inolvidables lo situaron a la vanguardia de un movimiento en el cual se inscribieron Teatro A Cuestas, Teatro del Obstáculo, Carlos Díaz, Teatro D’Dos, Ballet Teatro de La Habana y algunos otros…”
MARILYN GARBEY/Revista La Jiribilla/Año V La Habana, mayo de 2006.
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